Skradin, de camino al Parque Nacional de Krka

Por Yolanda Fernandez Sigue leyendo

Quien viaja a Croacia intenta no perderse una de las visitas obligadas a este precioso país: el Parque Nacional de Krka. Nosotros además de aconsejaros que vayáis, os vamos a recomendar un pueblecito que está a las puertas del parque, pero donde muy pocos deciden hacer una parada.

Durante la guerra Skradin estaba situado entre dos bandos: el croata y el serbio, así que desgraciadamente todavía están presentes las marcas de este conflicto bélico: casas tiroteadas y campos que todavía no se han terminado de limpiar de minas. Pero, tanto es el encanto de este lugar, que esos detalles se convierten en una triste anécdota de su historia reciente, en algo que nunca tiene que volver a repetirse.

¿Cómo es Skradin?

Skradin tiene un pequeño puerto y una playa de agua azul turquesa. Además, los amantes de las compras disfrutaréis porque hay multitud de tiendas y puestos de mercadillo alrededor del puerto. Pero, lo mejor de Skradin es sin duda el pueblo: sus calles y sus gentes y donde lo turístico desaparece.

Las casas son de colores y las calles invitan al paseo. Veréis a sus habitantes con sus sillas en la calle charlando durante horas. Os recomendamos que dejéis el coche en el parking de la entrada y que disfrutéis de Skradin porque seguro que os enamora.

Pero ¿cómo podéis pasar el día? Además del baño obligado y de comprarse algún capricho que otro. Os aconsejamos que os acerquéis a visitar el Parque Nacional de Krka.

Tenéis un par de opciones para llegar: la primera ir en un barco que sale cada hora, en punto, desde Skradinski Buk, que es gratuito y que te deja en las puertas del parque. Eso sí, si vais madrugad porque lo visita mucha gente. El barco para volver sale igualmente cada hora, esta vez a la media.

La segunda opción es ir en bicicleta ya que también se alquilan en el puerto por unos 7 euros todo el día. No penséis que el alquiler es barato porque las bicis son viejas, todo lo contrario: están en perfecto estado y muy bien cuidadas. El recorrido en bici hasta el parque es de unos 4 kilómetros y se realiza por un camino de piedra que va bordeando el río. En el parque además de parking para coches, hay parking para bicis así que, todo controlado. Eso sí, no os olvidéis llevar agua en la mochila.

Cuando estéis en el parque no os privéis de un buen baño en las cascadas, aunque tengáis que abriros un hueco entre la multitud, y si no podéis pensad que en Skradin siempre os estará esperando una idílica playita.