La Gran Muralla China, obra colosal

Gran Muralla China

Dice un antiguo proverbio chino que no se es hombre hasta que no se ha estado en la Gran Muralla China. Bueno, quizás resulte exagerado, pero podríamos afinarlo un poco más si afirmáramos que realmente uno no es Viajero (en mayúsculas), hasta que no ha visitado la Gran Muralla China. Hoy día, y gracias a quellas polémicas votaciones del 7 de julio de 2007, ya tenemos las 7 nuevas maravillas del Mundo entre las que se encuentra la Gran Muralla; 7 lugares a los que cualquier viajero de pro debería acercarse en algún momento de su vida. Porque realmente lo merecen…

Gran Muralla China 

La Gran Muralla China. Siglos de filosofía contemplan aquellos vastos territorios chinos. Paz en las murallas; ansiedad en la sociedad que la rodea; cultura, Historia, todo un conjunto de sensaciones que nos hacen luchar contra la dualidad en la que siempre nos movemos. El sosiego de la grandeza de los tiempos, con la intranquildad del día a día. El ying y el yang encontrándose en una muralla que sólo los siglos son capaces de valorar como realmente se merecen.

Era el año 250 a.C. Siete eran los estados que imperaban en aquellos territorios en esos momentos: Han, Zhao, Yan, Wei, Chu, Qi y Qin, patria de un joven ambicioso y fuerte: Quin Shi Huang. Cuando éste cumplió 22 años y fue nombrado rey de su reino, se dirigió a sus fronteras con el fin de reunir en un solo imperio a lo que sería la futura China. Fueron años de lucha en los que los enfrentamientos entre los llamados Reinos Combatientes fueron crueles, pero finalmente, el joven Quin Shi Huang, cruel pero siempre recto,  consiguió la unificación del país. Habían transcurrido 12 años de batallas, y ya sólo los hunos, procedentes de Mongolia, podían ser motivo de alerta.

Era el año 221 a.C. Para evitar el posible ataque de los hunos, el ya emperador Quin Shi Huang decidió unir distintas porciones de la muralla y crear lo que hoy conocemos como la Gran Muralla China. Fueron precisos años de trabajos forzados para la mano de obra campesina; de gastos ingentes del tesoro público. Su crueldad se hizo patente incluso con quienes colaboraban en su construcción, y aún así, a pesar de ser recordado por esa crueldad que llegó a ser capaz de arrasar poblados enteros, Quin Shi Huang es admirado casi como si se tratara de un dios. Y es que a él se le deben los modernos sistemas de gobierno de aquellos tiempos; la propagación de la escritura y la cultura y una gran multitud de palacios y monumentos que pueblan toda la China. De su legado, no sólo se conservan todos estos monumentos, sino también los famosos Guerreros de Xian, un soberbio ejército de terracota con el que fue enterrado.

Hay tres secciones de la Gran Muralla China que están muy bien conservadas: la de Badaling, a la que se llega en autobús o coche desde Pekín; la de Simatai y la de Mutianyu. Las mejores vistas son las de Simatai, donde desde sus miradores veremos perderse a lo lejos, entre las montañas el rastro srpenteante de la Gran Muralla China. 7.300 kilómetros de piedra que llevan desde la costa del Mar Amarillo hasta adentrarse en el desierto de Gobi. 135 torres de vigilancia y tres pasos: los de Shangai, Juyong y Niángzi.

Hoy, más de 2000 años después, se le ha reconocido el gran mérito a esta obra de arte de la arquitectura otorgándole el honor de ser considera una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo.

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Categorias: China, Maravillas del Mundo, Viajar por Asia



Comentarios (4)

  1. saul dice:

    muy chula la maravilla china

  2. es muy sorprendente lo que pueden hacer las antiguas civilizaciones yo creo que no tiene igual

  3. sebastian dice:

    la muralla china es mas larga que una vuelta al mundo

  4. MIKE dice:

    CALIDAD Y ADEMAS HAY MÀS DE LO VISTO AQUI