Plaza Dam de Ámsterdam, punto neurálgico
La Plaza Dam de Ámsterdam es el punto de encuentro de los jovenes holandeses y la referencia clara para orientarse para cualquier turista. En una ciudad en la que las calles y los canales se despliegan en forma concéntrica, su centro, esta plaza, debe ser el punto de inicio de muchas de las rutas que se hacen por la capital holandesa.
En la mayoría de los casos llegaréis a Ámsterdam por su estación central, tanto si venís en tren desde cualquier otro paíse europeo o ciudad holandesa, como si venís en avión, en cuyo caso, si llegáis a Holanda a través del aeropuerto de Schiphol, el modo más sencillo de cubrir la distancia del aeropuerto a la ciudad también es con el tren. Por lo tanto, para situaros, lo primero que debéis hacer es localizar esta plaza, a la que llegaréis fácilmente nada más salir por la entrada principal del edificio de la estación tomando la calle Damrak que está justo enfrente.
La calle Damrak es una amplia avenida, generalmente con mucho tránsito de gente, llena de tiendas, restaurantes y bares y que desemboca justo en medio de la plaza Dam.
Qué ver en la Plaza Dam
Si os situáis en esta confluencia, en torno a la plaza, podréis ver:
– San Nicolás
Justo en la esquina de la calle con la plaza, si miráis arriba, sobre la fachada del edificio, veréis un relieve del siglo XV del que es el patrón de Ámsterdam.
– La Nieuwe Kerk
La podéis ver a vuestra derecha. Consagrada a la Virgen María y a Santa Catalina, data de principios del siglo XV, aunque hubo de ser reconstruida en el año 1645 tras un gran incendio. En ella podréis asistir a conciertos de órganos e incluso a conciertos de gospel.
– El Palacio Real
Preside la plaza este edificio de fachada clásica con esculturas representativas del gobierno de la ciudad. Ésto es porque cuando se construyó, allá por el siglo XVII, su primer uso fue el de onvertirse en Ayuntamiento de Ámsterdam.
– El Museo de Cera de Madame Tussaud
Se encuentra justo enfrente de la calle Damrak. Cuenta con una importante colección de figuras de cera, pero lo realmente curioso es la historia que le dio origen a este museo que tiene sedes en ciudades como Londres o París. Philippe Curtius fue quien modeló la primera figura de cera de la amante de Luis XV en el año 1765. Su éxito fue tal que apenas cinco años después expuso por primera vez en Londres. Sin embargo, su arte se lo debía a Marie Tussaud, su ama de llaves, que fue quien le enseñó, y quien incluso expuso algunos de sus bustos.
– El Hotel Krasnapolsky
Preside la plaza en el lado izquierdo de la misma, frente por frente al palacio real. Es un hotel de lujo, uno de los hoteles mejor considerado de Ámsterdam.
– El Obelisco
Es el monumento nacional que se levantó en Ámsterdam en homenaje a los caídos en el transcurso de la Segunda Guerra Mundia. En él podréis ver a sus pies dos leones heráldicos, junto a una escalinatas que es el mencionado lugar de encuentro de jóvenes y no tan jóvenes.
En torno a la plaza Dam
Como os decía, es el centro de la ciudad y de sus principales barrios. A la izquierda de la plaza, paralela a la calle Damrak, podréis visitar el famoso Barrio Rojo. En la parte derecha, pasando frente a la Nieuwe Kerk, y también paraleo a la Damrak, está el tradicional barrio del Jordaan (cerca se encuentra la casa de Ana Frank). En frente, entrando por la comercial calle de Kalverstraat llegaréis en unos 15 minutos a pie, hasta el barrio de los museos.
Y, por supuesto, en torno a la plaza Dam tenéis los concéntricos canales de Ámsterdam que podréis recorrer con un crucero.
Para seguir conociendo Ámsterdam, podéis leer también…
Categorias: Holanda