Lyon, la Florencia francesa
Una de las urbes más extensas de Europa, pero que a su vez representa una de las ciudades más hermosas, es sin duda Lyon, quizás la segunda ciudad en importancia en Francia tras París. Recorrer sus calles es acercarse a todas las épocas que han recorrido este lugar, desde la antigua Lugdunum romana, pasando por las épocas de esplendor francesa, hasta llegar a hoy, ciudad pujante, empresarial, ciudad que viera nacer al cine, donde se trabajara la seda como nunca antes se había hecho en Europa.
Lyon además está declarada como Patrimonio de la Humanidad desde 1998. Se encuentra abrazada por los ríos Ródano y Saona, con casi 2 millones de habitantes. Como decíamos, pasear por sus calles es ir reconociendo a nuestro paso un sinfín de estilos arquitectónicos de todas las épocas. Aquí conviven en perfecta armonía el transcurrir de los siglos por sus barrios, sus edificios. En Lyon han sabido conjugar este aspecto como empezaremos a ver ahora.
Nos situamos en el barrio histórico, en el Viejo Lyon, entre el Saona y la colina de Fourviere. Es un barrio de estilo renacentista, con maravillosos edificios de la época, muy bien conservados y en procesos contínuos de restauración desde hace más de 40 años, barrio de grandes comercios, calles peatonales asfaltadas, hoteles y restaurantes atractivos. Visitamos la Casa de Gadagne, en la calle del mismo nombre, hoy Museo de Historia de la Ciudad y Museo de Historia de la Marioneta, un bello edificio del siglo XVI. También nos acercaremos a la Lonja, de 1630, otro hermoso edificio del Renacimiento francés, donde tenían lugar las transacciones comerciales de la época. En la Rue de la Bombarde nos encontramos con la Casa del Chamarier, otro edificio del siglo XV, lugar donde se cobraban todos los negocios que se realizaban en las ferias que llegaban a la ciudad. Y sobre todo, la Catedral de Saint Jean, una construcción como todas las propias del barrio, de estilo renacentista.
Y es que el Viejo Lyon nos podría trasladar perfectamente a ciudades como Florencia, ciudades mágicas de la Italia renacentista. El laberinto de callejuelas, los patios interiores de las casas, sus boutiques o los típicos bouchons (restaurantes especializados en la cocina del lugar), y el colorido arquitectónico, todo nos traslada al Renacimiento italiano.
Dibujando la silueta del barrio viejo se encuentra la colina de Fourviere. En ella predominan los restos romanos, sobre todo en el Museo Galo-Romano, donde podemos ver la historia de la antigua Lugnudum. No muy lejos de este Museo visitaremos el Parque Arqueológico de Fourviere, con los restos del teatro romano. Y un poco más allá la Basílica de Fourviere, desde donde podremos contemplar las mejores vistas de la ciudad.
Otro lugar singular de Lyon es el Presqu’ile, encajado entre el Ródano y la colina de la Croix-Rousee. Es el centro comercial de la ciudad junto con la Rue de la Republique y la Rue Victor Hugo, calles que dan a la Plaza Bellecour, la plaza más conocida de la ciudad, una de las plazas peatonales más grandes de Europa. En ella encontraremos las tiendas más elegantes y más caras de la ciudad, vistosos restaurantes. Cerca de esta plaza nos encontramos con Saint Martin d’Ainay, una de las pocas iglesias romanas que se conservan en Lyon.
Llegamos ahora al Terraux, lugar donde hallamos la maravillosa Ópera, el Palacio de San Pedro, que hoy alberga el Museo de Bellas Artes de Lyon, y el Ayuntamiento de la ciudad. Es el lugar de la noche lionense, sobre todo en la Rue Sainte Catherine, donde se concentran la mayoría de pubs de la ciudad. Cerca de aquí está la Croix-Rousse, lugar fundamental en el siglo XIX, donde trabajaban los artesanos más importantes de la seda francesa. La mayoría de los edificios de esta zona eran antiguos telares dedicados a este oficio. Sus calles son conocidas comúnmente como les traboules. Aquí también encontraremos multitud de restaurantes y bares que cocinan los platos típicos de Lyon. Hoy en día es un barrio bohemio, donde viven la mayoría de los artistas lioneses, alrededor de la Escuela de Bellas Artes. También en la Croix-Rousse son emblemáticos el Anfiteatro y el Jardin des Chartreux.
A la orilla izquierda del Ródano se encuentra Part-Dieu et Villeurbanne, la zona financiera y empresarial de la ciudad. En ella podemos sentarnos en la terraza del Restaurante Panoramique Le Meridien, famoso por sus impresionantes vistas a la ciudad. Su arquitectura no tiene nada que ver con la parte vieja. Aquí los edificios más antiguos pertenecen a finales del siglo XIX, donde destacamos el Hotel Ville de Villeurbanne.
Al sur de Lyon está Gerland, con el estadio del Olympique de Lyon, su campus universitario, y también su ruidoso tráfico. Allí nos encontramos la Halle Tony Garnier, una torre construida por el famoso arquitecto Tony Garnier, que también tiene por aquí su Museo Urbano. Y terminaremos nuestra visita en el enorme Jardín Tete D’Or, un hermoso jardín botánico donde hallaremos el Museo de Arte Contemporáneo.
Cómo llegar
La ciudad de Lyon cuenta con dos aeropuertos conectados a la ciudad por la línea de autobús Satobus. El aeropuerto Saint Exupery es el principal y está situado a 24 kilómetros de la ciudad. También podemos tomar un pequeño tren que nos lleva desde la terminal del aeropuerto hasta la ciudad.
Si preferimos llegar en tren, nada mejor que hacerlo en el TGV, el tren de alta velocidad francés. Lyon cuenta con dos estaciones en el centro de la ciudad, Part Dieu y Perrache, y una tercera como dijimos antes, en el aeropuerto.
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es bellisima LYON.AMO A LYON
Hermosa ciudad, el año pasado cuando la visite quedé encantada con tanta maravilla, si Dios me diera la oportunidad la visitaría nuevamente. Le doy gracias a mi padre Jesús por haberme permitido esta oportunidad.
Que lindo lugar es lyon como me gustaria irme a vivir para alla ojalas me desida.un beso a todos claudio 37 años