Volgogrado, la mirada del Volga
La ciudad rusa de Volgogrado se fundó en 1589 bajo el nombre de Tsaritsyn. Al igual que la mayoría de las ciudades fundadas a lo largo del río Volga, fue construida como fortaleza militar para garantizar la valiosa ruta comercial que suponía el río, que conecta Europa con el Medio Este.
Al igual que la mayoría de las ciudades que se encontraban en las inmediaciones del Volga, Volgogrado presenta una rica historia comercial y multicultural. Los cosacos reclaman la ciudad como su patria, aunque también acoge a la población alemana del Volga o los inmigrantes invitados por Catalina la Grande para ayudar a cultivar la tierra.
Lamentablemente sin embargo, gran parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad fue arrasado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad fue anfitriona de una de las batallas más sangrientas de toda la contienda. Los cientos de miles de soldados y civiles que perecieron en ella no murieron en balde. Fue aquí donde el Ejército Rojo inició sus grandes maniobras que dará como resultado la toma de Berlín tres años más tarde. Muchos historiadores consideran a Volgogrado, entonces conocida como Stalingrado, como el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial.
La ciudad fue reconocida en toda Europa, y animada a que fuera reconstruida, siempre siguiendo los planes de la extinta Unión Soviética. Lo primero que se reformó fueron las fábricas de revestimiento del río y los barrios que rodeaban dichas fábricas. El resultado fue una ciudad increíblemente larga (hoy ocupa hasta 80 kilómetros) alrededor del Volga. Por ello, en 1961 volvió a denominarse Volgogrado, después de que el río haya sido la principal fuente de su economía.
Volgogrado puede dividirse en dos partes: su centro histórico y el centro de producción. El centro histórico aún sigue en fase de reconstrucción. Instituciones y monumentos, estatuas de Lenin, iglesias ortodoxas. Realmente os resultará todo muy moderno, muy clásico, siguiendo los cánones del urbanismo comunista. El centro de producción os mostrará un barrio de apartamentos baratos, diminutos almacenes, patios de recreo desmoronados. Para los amantes de la historia soviética, Volgogrado es el mejor sitio.
Y es que lo que llama más la atención de esta ciudad es su historia, fundamentalmente tras la Segunda Guerra Mundial, y lo que ella originó. Está llena de monumentos que recuerdan la terrible batalla que albergó, como la colosal Madre Rusia, a la que podéis acceder en metro, al final de la ciudad. Allí la enorme estatua de Lenin y el memorial de la Segunda Guerra Mundial tampoco se puede dejar de conocer. Es mejor que para moveros por esta enorme ciudad uséis indistintamente metro y autobús.
Acercaros al Callejón de los Héroes, un paseo peatonal por la zona de grandes monumentos y un Lenin gigante de neón sobre uno de los edificios. Un paseo por la parte industrial de la ciudad también resulta sumamente interesante para conocer la historia social soviética.
Cómo llegar
La mejor forma de llegar hasta Volgogrado es en avión directo desde Moscú, ya que la duración del vuelo es de dos horas y media. Os decimos que es la mejor opción porque el trayecto en tren suele ser de unas 36 horas, nada recomendable, ¿no?.
Categorias: Rusia, Viajar por Europa
No existe Volvogrado. Es VOLGOGRADO. Bonita ciudad que conozco muy bien.
¡Gracias Jesús!
Te agradecemos muchísimo la corrección. Ya está arreglado.
¡Saludos!
la verdad que es muy imponente la imagen yo tube la suerte en el año 2003 de viajar y conocerla personalmente!!
yo tube la oportunidad de estar en la guerra de stalingrado actual volgogrado y rodeamos alemanes en kalach na donu por ahi en 1943 los esterminamos y los que quedaron los mandamos pal gulag de vorkuta en el artico ruso!