Hotel Ritz, tomando un te de lujo en Londres
El té es un ritual que no distingue entre reyes y plebeyos. Es el nexo de unión para todos los británicos, y se toma hasta en la más pequeña de las aldeas del Reino Unido. Pero en ningún lugar del mundo se sirve con tanta ceremonia ni veneración como en el Hotel Ritz de Londres, en el número 150 de la Plaza Picadilly, el gran icono del viejo mundo que impone la norma más tradicional en Inglaterra.
Los primeros datos sobre el ritual británico por excelencia se remontan a más de 150 años. La duquesa de Bedford, Anna, solía sufrir al atardecer mareos, desmayos y retortijones causados por el hambre. Para consolar estos males, los médicos le preparaban con gran suntuosidad y boato tazas de té.
Los puristas ingleses apuestan por el Ritz, cuyo deslumbrante escenario inspirado en el estilo Versalles proporciona una visión inolvidable de la vida de las clases altas. La etiqueta y las reglas del té de la tarde, que prometen tanta pompa y boato como el cambio de guardia en el Palacio Real, se muestran en su versión más elegante en el rococó Palm Court del Ritz. Las mesas están vestidas por manteles de lino almidonado y cubiertas de fina porcelana china y un stand de tres pisos lleno de exquisiteces.
Sandwiches pequeños sirven de acompañamiento a los bollos calientes, la mermelada hecha a mano, la clotted cream, una crema espesa típica del suroeste inglés, y una selección de pasteles de té en taquitos y riquísimos dulces que permiten a los chefs de repostería alardear de su talento. La finura y elegancia del servicio nos sorprenderán casi tanto como el decorado. Algunos de los visitantes pierden la oportunidad de contemplar todo lo que se les muestra a su alrededor por estar más pendientes de que no se les derrame el té…
Tarde de té en el Palm Court del Ritz
Desde que el gran empresario César Ritz lo creara en 1906, entrar en Palm Court es como retroceder a la Inglaterra eduardiana, especialmente después de los arreglos que han renovado el extraordinario y señorial glamour de dorados y espejos. Los que aconsejan reservar con un mes de antelación una mesa para un sábado por la tarde no exageran, y los hombres no debéis aparecer sin traje ni corbata. El Ritz sigue siendo el Ritz.
El té de la tarde en el Ritz, junto con la degustación repostera, os puede salir por unos 40 euros. Hay dos sesiones de té diarias. La primera de ellas tiene lugar a las 15.30 horas y la segunda, la más tradicional y más concurrida, a las 17.00 horas. Para aquellos que no tengáis reserva os aconsejo que aparezcáis por el Ritz sobre las 14.00 horas, y aún así es difícil encontrar mesa libre para ese día.
Para más información y reserva, entra en Hotel The Ritz London.
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