Ubeda, ciudad del Renacimiento

Catedral de Ubeda

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar, al fin, Úbeda, esa bella localidad de Jaén. Eran muchas las personas que me habían recomendado su visita, y la de la cercana localidad de Baeza, de la que os hablaré en otro post; y era mucho el tiempo que llevaba detrás de pasearme por sus callejas.

Cómo llegar a la ciudad de Úbeda

Aproveché mi paso por la Sierra de Cazorla para acercarme hasta Úbeda. Apenas 45 kilómetros la separan por una carretera bien asfaltada aunque de un sólo carril en cada dirección. Sólo hay que tomar la A-319 y pasarnos a la A-315 a la altura de Peal de Becerro. Un poco más adelante, cerca de Torreperogil, entraremos en la N-322 que nos llevará hasta Úbeda. La llegada desde Jaén o Granada es aún más fácil pues sólo hay que ir por la autovía A-44 hasta conectar con la A-312 a la altura de Jaén.

La primera sorpresa, para quien no conozca su historia, son los carteles que inundan la ciudad en alusión a su pasado renacentista. «Úbeda, el renacimiento que mira al Sur» reza justo en el cartel de bienvenida. Y allí, desde la carretera de entrada, desde las primeras calles que nos introducen en la ciudad, empezamos a admirar cómo, por encima de los tejados de las casas más modernas sobresalen los retazos que este pueblo guarda de su pasado histórico: torres, campanarios, restos de murallas…

Historia de Úbeda

Dicen que la ciudad fue fundada por un descendiente de Noé, el rey Idubeda y que es del mítico torreón de Ibitu del que deriva su nombre actual. Sea como fuere, Úbeda adquirió importancia entre los años 822 y 852, en la época de Abderramán II quien la llamó «Medinat-Ubbadat Al-Arab» (Úbeda de los Árabes). Reconquistada tras la batalla de las Navas de Tolosa, la ciudad fue perdida nuevamente y saqueada antes de ser conquistada definitivamente por el rey Fernando III el Santo. Fue ésta una época importante, pues por su carácter estratégico de frontera, por aquel entonces, entre Castilla y Granada, Úbeda gozó de ciertos privilegios otorgados por los reyes castellanos que le dieron vida y status económico. Y así, gracias a las bases que aportaron estos privilegios y al desarrollo de la agricultura en la zona, la ciudad vivió su época de mayor esplendor en el siglo XV y sobre todo, el XVI. La presencia de personajes importantes como San Juan de la Cruz, y sobre todo, de artistas de renombre como Siloé, Valdevira o Vázquez de Molina, dio el impulso que la ciudad necesitaba. Fue el momento de mayor esplendor artístico en la ciudad y a la que debemos su aspecto actual.

El 3 de julio de 2003 fue nombrada, junto con Baeza, Patrimonio de la Humanidad.

Turismo por Úbeda

Lo ideal sería dejar el coche en el parking cercano a la Plaza del Ayuntamiento. En nuestro caso lo dejamos en las cercanías de la Plaza de Toros, muy cerca del Hospital de Santiago, del año 1575, para así comenzar nuestro paseo entrando por las calles Obispo Cobos y Mesones, muy comerciales ambas.

En ella se agrupan gran parte de los comercios más importantes y conocidos de la ciudad. Desembocamos desde ellas en la Plaza de Andalucía, amplia y abierta. Desde allí se inicia el auténtico paseo turístico de la ciudad. bajando por la calle Rastro, entraremos en las calles medievales que nos conducirán hasta el casco histórico. Un recorrido por el pasado el de estas callejas, pues entre recovecos y rincones medievales encontramos muchos palacios e iglesias de la época dorada de la ciudad, como la Casa de los Morales, el Palacio de Medinilla, el Palacio del Marqués del Contadero, hoy sede del Patronato de Turismo, o la Iglesia de Santo Domingo erigida, según la leyenda, en honor a Santo Domingo de Silos por haber librado a 150 cristianos en Córdoba de su cautiverio.

Y finalmente, el caso histórico. El auténtico centro turístico. Donde el Renacimiento mira al Sur. Empezando por la plaza del Ayuntamiento que se levanta sobre el Palacio de las Cadenas. Es este Palacio una de las mayores obras del Renacimiento español. Construido por Juan Vázquez de Molina en el siglo XVI y habilitado inicialmente como monasterio, destaca su Sala Capitular, así como la rejería de la fachada principal, del año 1546. Consta precisamente de dos fachadas: de un lado, la que da entrada al Ayuntamiento de la ciudad, y de la otra, la que mira hacia la Plaza renacentista de Vázquez de Molina.

La Plaza Vázquez de Molina es, sin duda, el punto emblemático de Úbeda. Adentrarse en ella desde la calle Juan de Montilla sorprenderá a cualquier turista pues se encontrará con una plaza grande, abierta y rodeada de monumentos renacentistas allá donde se mire. Dicen de ella que es la plaza de Europa que más monumentos renacentistas tiene por metro cuadrado, y que junto a la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela, es la plaza más bella y rica de España, monumentalmente hablando.

Allí desde la esquina de la calle Juan de Montilla con la Plaza admiraremos todo el conjunto, tan perfectamente ordenado. Una primera plaza que se extiende frente a la fachada principal del Palacio de las Cadenas anteriormente descrito. Un espacio ajardinado frente a la colegiata de Santa María. Un segundo jardín medieval renacentista entre el Hogar del Jubilado y la Comisaría de Policía. La arboleda que hay entre la colegiata de Santa María y los Juzgados, y, por último, al fondo, la explanada donde se levantan el Parador y la Capilla del Salvador.


Ubeda de nocheLa Sacra Capilla del Salvador
empezó a construirse en el año 1540 bajo la tutela de Diego de Siloé, arquitecto de la catedral de Granada. Fue Francisco de los Cobos quien realizó el encargo de construir un monumento funerario donde pudieran reposar sus restos.

La salida de este magnífico conjunto monumental la hacemos por la calle del Contado hasta salir a la Plaza del Primero de Mayo donde se levanta la Iglesia de San Pablo y el monumento a San Juan de la Cruz, para finalmente, volver de ese sueño renacentista entrando a la calle Corredera de San Fernando, donde parece que despertamos para volvernos a encontrar en la época actual.

Es Úbeda y su casco histórico una localidad que tiene el don de transportarte al pasado desde la primera de sus calles históricas, entre palacios, entre casas señoriales blasonadas, entre leyendas, como la del ahorcado en la Casa de los Morales, entre muros de piedras y plazas renacentistas…

Fiestas en la ciudad de Úbeda

Como buena tierra andaluza, Úbeda tiene varios festejos populares de hondo calado. El 17 de enero se celebran las festividades de San Antón, saltando sobre hogueras y comiendo chocolate con churros. En Junio o Julio se celebran las Fiestas del Renacimiento donde la ciudad se transforma durante una semana para revivir todo el esplendor del siglo XVI. Pero sobre todo, la Semana Santa, donde la ciudad recoge, en su trazado medieval el paso de las veinte cofradías existentes; y, como no, la feria local, tan típica en Andalucía, y que en esta localidad se celebra a finales de septiembre: la Feria de San Miguel, la cual, según la tradición se viene celebrando desde la reconquista de la ciudad el 29 de septiembre de 1233 por Fernando III el Santo.

Platos típicos

La cocina tradicional ubetense se caracteriza, como buena tierra jiennense, por la alimentación basada en el aceite de oliva y la aceituna. Ensaladas, hortalizas, cereales, legumbres… Los potajes son típicos, como el de garbanzos con acelgas o el de habas con berenjenas. Las ensaladas frescas, como las de pimientos morrones o la pipirrana, hecha a base de pimientos verdes, ajos, tomates, migas de pan, orégano y aliñada con aceite, vinagre y sal. y, como no, los productos de la matanza del cerdo, que en este lugar se celebra durante el mes de noviembre.

Y ya, para despedirnos de esta monumental ciudad, antes de dirigirnos hacia Baeza, un último consejo: el momento ideal para visitar Úbeda es en primavera o en Otoño cuando las temperaturas son más suaves. En pleno verano, las temperaturas alcanzan fácilmente los 40º y realizar estos paseos con pocos sitios donde guarecerse del ardiente sol veraniego, resulta por momentos, sofocante.

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Categorias: Jaén, Patrimonio de la Humanidad, Pueblos con encanto, Viajar por España



Comentarios (4)

  1. Oscar dice:

    hola, te habla un ubetense. muy bien tu artículo, solo corregirte algun dato: la gente aquí no suele saltar las hogueras de san antón, más que nada porque son unas llamaradas muy altas. Quizá en algún barrio se atreven cuando ya quedan ascuas pero no es lo normal. Y por otra parte, ya que hablas de la gastronomía de Úbeda, no te puedes olvidar de los típicos «andrajos» y sobre todo de nuestra repostería, muy muy rica y variada: roscos de vino, papajotes, borrachuelos, virolos (son más de baeza), ochíos, tortas, tortas de candelaria, hornazos. . . .

  2. Deimonron dice:

    te corrigo un dato. El salvador no fue encargado por diego de los cobos sino por su primo Francisco de los Cobos secretario de Carlos V del sacro imperio.
    Diego de los Cobos esta enterrado en la fundacion benefica que mando hacer, El Hospital de Santiago. Estudia mejor la historia de ubeda.

  3. Javier Gómez dice:

    Hola Deimonron:

    Gracias por la aclaración. Ya está rectificado.

    Javier Gómez

  4. JUAN JOSE E. GARCIA dice:

    Hermosa de siglos
    refulgente estrella,
    perfume de altares
    delicada y bella.