¿Por qué visitar Lituania?
Lituania, Letonia y Estonia. Las Repúblicas Bálticas. No hay una sin la otra. Unidas, como si de un solo país se tratase. Durante años nos han vendido viajes a las Repúblicas, cruceros y tours en los que se visitaban Vilnius, Tallinn y Riga, como si nada más hubiera que verse; como si uno solo de esos países no nos reportara lo suficiente como para hacer un único viaje. ¿Por qué? ¿tan poco publicidad recibimos de ellas que no nos planteamos que estos países no son solo sus capitales? ¿tan reciente es aún su apertura turística que no nos planteamos que son países con fuertes tradiciones, con unos paisajes envidiables y con lugares que son, incluso, patrimonio de la Humanidad?
Lituania, en concreto, es un país envidiable, turísticamente hablando; un lugar que, a pesar de su pequeño tamaño, encierra en sus poco más de 65.000 kilómetros cuadrados parques naturales casi vírgenes y ciudades históricas que se están adaptando al mundo moderno sin perder un ápice de su romántico pasado.
Quizás a muchos solo os suene Vilnius, su capital, pero Lituania tiene otras varias y poderosas razones para permitirnos escaparnos virtual y físicamente, al menos unos días…
VILNIUS, SU CAPITAL
Hemos de empezar por ella, claro que sí. No solo por ser su capital, la ciudad más importante del país y la más conocida internacionalmente, sino porque Vilnius es el símbolo de la tolerancia religiosa que impera en el país, y que se demuestra en las más de sesenta iglesias con las que cuenta. Hay muchas curiosidades en torno a ellas, como con la iglesia de Santa Ana, que de tan bella que es, el propio Napoleón, cuando llegó aquí, quiso trasladar piedra a piedra hasta París. Como la iglesia de San Casimiro, el primer edificio barroco de la ciudad, o como la propia Catedral, blanca e impoluta, de estilo neoclásico, con su circular Torre de la Campana.
Su monumentalidad barroca es la que le ha valido a su centro urbano ser considerado como Patrimonio de la Humanidad. Pero, además, su gran cantidad de parques urbanos le han permitido contar con uno de los aires más puros de todas las capitales europeas.
Añadidle a todo eso otros lugares como su Universidad, considerada como la primera que se creó a orillas del Báltico; o su Palacio Ducal, o su barrio artesanal que, curiosamente, está considerado como República Independiente, concretamente, la R.I. de Uzupis…
Más información: Vilnius, capital de Lituania
Plaza Central en Vilnius
KAUNAS, LA UNIVERSITARIA
Es la segunda ciudad, en población y tamaño, del país, pero la más animada y jóven por su ambiente universitario. A pesar de todo, el centro de la ciudad es también muy bello, con edificios que datan de entre los siglos XVI al XIX, y con lugares monumentales como el Ayuntamiento, la Catedral de San Pedro y San Pablo (la mayor iglesia gótica de toda Lituania), o el curioso Callejón de la Libertad, llamado así porque, dicen, fue la primera vía abierta después de extinguirse la antigua URSS.
Más información: Kaunas, la ciudad del Ámbar
Catedral de Kaunas
TRAKAI Y SU CASTILLO
Es uno de los castillos de referencia de toda Europa. Es además el lugar que más visitas recibe de todo el país. Es un precioso castillo medieval de tiempos de los caballeros teutones pero que destaca, además de por su integridad, por su impresionante situación geográfica, situado entre los lagos Luca, Totoriskiu y Galvé. El castillo se encuentra en el centro de lo que es el Parque Nacional de Trakai.
Más información: el castillo de Trakai
El castillo de Trakai
EL ISTMO DE CURLANDIA
Nos adentramos en plena Naturaleza lituana cuya belleza ha sido exaltada y reconocida por la Unesco como uno de los parajes naturales más bellos del planeta. Se trata de una franja desértica que separa al Mar Báltico de la laguna de Curlandia. Junto con sus dunas de arena resalta su bosque de árboles centenarios y unas playas de arena fina y blanca. Además, está jaspeado por varios pueblecitos pesqueros de los que se desprende un rico aroma a pescado ahumado. Cuenta con lugares tan misteriosos como la Colina de las Brujas o la Reserva Natural de Naiglai, formada por dunas de arenas móviles. Además, desde sus alturas, se divisan grandes ciudades como la rusa Kaliningrado, o sitios tan atractivos como la llamada Bahía del Ámbar, donde encontraréis este material tan rico en Lituania.
Más información: las dunas movedizas de la Reserva de Naiglai
Dunas móviles de Curlandia
DRUSKININKAI, LA CIUDAD TERMAL
No podía Lituania dejar de tener un sitio dedicado al relax. Aunque turísticamente no es tan conocida como las anteriores, lo cierto es que entre los lituanos es muy popular, en primer lugar por las propiedades de sus aguas termales, y en segundo lugar por la posibilidad que tienen allí de esquiar durante todo el año. Allí se encuentra el Snow Arena, el único complejo deportivo de todo el Báltico que está dedicado exclusivamente a los deportes de invierno.
Más información: Duskininkai y sus aguas termales
Vista de Druskininkai
Éstas son cinco de las razones que hay para visitar Lituania, pero podría detallaros algunas más relacionadas no con ciudades sino con lugares concretos o tradiciones del país, como la intrigante Colina de las Cruces a las afueras de Siauliai donde hay enclavadas más de 200.000 cruces de todos los tipos, tamaños y épocas; o Gruto Parkas, al que allí llaman «el mundo de Stalin» por tener decenas de objetos relacionados con este personaje y con aquella época, denostada por muchos lituanos.
La Colina de las Cruces en Lituania
Si de tradiciones se habla, no habría que dejar de mencionar al ámbar, no solo como souvenir que inexcusablemente hay que comprar, sino por las muchas actividades que hay en torno a él, desde excursiones en los que uno mismo puede buscar este abundante material, hasta centros de spa que dan tratamientos de ámbar, museos e incluso bebidas preparadas con él. Tampoco debemos dejar de probar su gastronomía, arraigada como está a recetas tradicionales que se han pasado de generación en generación, como el Cepelinai (un puré de patatas relleno de carnes picada acompañado por setas) o el Kepta Duona (simple pan frito servido con queso y ajo para mojar). Son, en fin, comidas basadas, sobre todo, en patatas, remolachas, centenos, setas o queso, sus alimentos más apreciados.
Su apertura turística se está apreciando en la cada vez mayor cantidad de rutas aéreas que llegan hasta allí. Desde España ya tenemos vuelos directos a la capital, Vilnius, tanto desde Barcelona, como desde Madrid. Compañías de bajo coste, como Wizz Air, Jetcost o Ryanair ya cuentas con vuelos semanales a Lituania. Por otro lado, la oferta de alojamiento es cada vez mayor y surtida.
Lituania es, por todo ello, un destino más que aconsejable, no solo por Vilnius, sino, como véis, por otras muchas razones más.
INFORMACIÓN ÚTIL PARA VIAJAR
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