Lipscani, el corazón medieval de Bucarest
Me encanta la costumbre de elogiar a un lugar comparándolo con otro, «la Venecia del Norte, «la París del Este» y cosas por el estilo. Bueno, en el caso de Bucarest yo diría que es una ciudad her-mo-sa y que sí, tiene un aire parisino pero es hermosa por sí misma. La capital de Rumanía es el corazón del país tanto en los político y en lo comercial como en lo cultural.
Si bien sufrió muchos destrozos durante la Segunda Guerra Mundial, bombardeada por Inglaterra y Estados Unidos, creo que la época de la postguerra con el gobierno comunista fue una de sus épocas mas negras y en esos años muchos de sus edificios mas hermosos entre los que había algunas iglesias, supervivientes de las bombas, fueron destruidos para dar lugar a la arquitectura comunista del gobierno de Ceaucescu. Una arquitectura que, personalmente, no me gusta nada.
Si disfrutamos de estancia en Bucarest lo primero que debemos hacer es caminar por su barrio medieval. Tiene un encanto que ni los siglos ni las bombas han echado por tierra, Aquí está el barrio de Lipscani, un barrio con una importante actividad comercial desde hace siglos, desde los tiempos de Vlad Tepes, el famoso Conde Drácula. En realidad Lipscani es una calle y un distrito y podemos encontrarla junto al palacio del siglo XV construido por el sanguinario Vlad.
Hoy es el corazón medieval de Bucarest y cuando ésta era una ciudad todavía joven en esta calle pintoresca se apiñaban los comerciantes. El nombre deriva de Leipzig, un nombre alemán ya que se llamaba lipscan a los comerciantes que venían con sus cosas de Europa Occidental y con el tiempo lipscan pasó a Lipscani para ya referirse a una calle entera.
¿Y qué se vendía y compraba a lo largo de los comercios de Lipscani? Pues de todo pero principalmente artículos de lujo o complementos como zapatos, cueros, monturas de caballo, sombreros y joyas. En realidad la calle es un lugar todavía mas antiguo, cruce de antiguas rutas comerciales provenientes de Polonia, Grecia o Estambul, así que si te detienes un minuto puedes imaginarte la de gente y vidas que han pasado por allí.
En los alrededores también hay otras calles pintorescas y así está la Calle de los Peleteros o la Calle de los fabricantes de monturas o la calle Gabroveni llamada así porque aquí había muchos comerciantes del pueblo de Gabrovo. En fin, que el perímetro formado por todas ellas es lo mas hermoso de Bucarest en términos de arquitectura.
Por suerte, los planes comunistas de pasarle la aplanadora por encima no se llevaron a cabo pero todavía hay partes que deben ser restauradas. En eso están y hoy hay muchas tiendas, cafés y restaurantes.
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