La Ruta 66
La Ruta 66 recorría más de la mitad de Estados Unidos; durante medio siglo era la principal ruta comercial y turística en dirección a la Costa Oeste de Norteamerica. El carácter místico de la misma se truncó al pasar sus días de mayor gloria y desaparecer buena parte de sus kilómetros.
Hasta el siglo XX la Costa Oeste de los EE.UU. estaba muy aislada del Medio Oeste y la propia Costa Oeste por grandes barreras montañosas, terrenos desolados y desiertos. Antes de la construcción del ferrocarril que unía las dos costas americanas, resultaba más fácil bordear América del sur que aventurarse por estos enormes e inhóspitos parajes.
A principios del siglo XX las rutas pavimentadas, en su mayoría, terminaban en las Montañas Rocosas o al borde de los desiertos, en la zona Sur. Viajar más lejos suponía aceptar rutas sin señalización, sin mantenimiento o circular por caminos de tierra; escasos eran los servicios públicos o los recursos para los viajeros.
Hombres de negocios de Oklahoma e Illinois decidieron la construcción de una autopista intercontinental para conectar la Costa Este con la Oeste; por supuesto, pensaron en la conveniencia que pasara esta nueva vía por sus pueblos: Springfield, Illinois y Oklahoma. Convencieron al Gobierno Federal y en 1926 se comenzó a construir una macro infraestructura que no se terminó hasta 1938. Para entonces ya era la Ruta 66.
La Ruta 66 se iniciaba en Chicago, Illinois, la gran urbe del extremo norte del valle agrícola del Mississipi, en el medio oeste. Se dirigía hacia el sur, atravesando Illinois, Missouri y el borde de Kansas, donde giraba hacia el oeste, pasando por el norte de Texas, Nuevo México y Arizona, para llegar a California, donde terminaba en las playas de Santa Mónica.
La ruta tenia 2.400 millas (unos 4.000 Km.); conectaba muchas de las ciudades más importantes del Medio Oeste y del Sudeste, como Springfield Illinois, St. Louis Missouri, Oklahoma City, Amarillo Texas, Albuquerque Nuevo Méjico y Flagstaff Arizona; también atravesaba muchos pueblecitos y villas más pequeños.
Rápidamente la ruta se convirtió en la vía favorita de camioneros comerciales y de turistas. La Ruta 66 desviaba todos los cruces de las montañas en las Rocosas y tomaba dirección sur, permitiendo así el paso del tráfico durante todo el año.
Los habitantes de las localidades por las que pasaba la Ruta 66 descubrieron florecientes negocios para surtir de gasolina, comida, lugares de hospedaje o entretenimiento a los viajeros que la cruzaban en uno ú otro sentido.
Se la llamó “Hotel o Motel del conductor”; las atracciones a ambos lados de la ruta incluían tiendas de regalos y souvenirs, puestos de intercambio indígenas, puestos con vistas panorámicas, zoológicos, museos y hasta exposiciones de fenómenos geológicos. Era normal ver Tipis indígenas gigantescos, enormes estatuas de cowboys y otras estructuras curiosas diseñadas para atraer la atención de los motoristas que pasaban por la Ruta 66.
En los difíciles años 30, cuando la depresión atenazó a todo el país, una tremenda sequía dejo estériles los campos del medio oeste; la tierra se agrietó y se perdieron las plantaciones de Oklahoma, Missouri y Kansas. Al valle del Mississipi se le llamó “tazón de polvo”.
Muchos granjeros y agricultores, arruinados, cargaron sus mínimas posesiones en sus autos o camionetas e iniciaron viaje con destino al oeste por esta ruta. Hubo pueblos donde se crearon campamentos o campos para motoristas, donde los pobres viajeros podían dormir en su coche de forma gratuita.
De esta forma la Ruta 66 se convierte en la Ruta hacia la tierra del Maná, California, donde siempre hacia sol, las cosechas eran abundantes y los trabajos se pagaban bien. John Steinbeck en su obra “Las usas de la Ira” llamó a la Ruta 66 “la ruta madre”.
Millones de jóvenes viajarían por la Ruta 66 durante la Segunda Guerra Mundial, cuando partían hacia los campos de batalla en Europa o el Pacífico y cuando emprendían el camino de regreso a casa. Bobby Troup fue uno de esos viajeros; el compuso la canción de la serie televisiva “Ruta 66”, que apareció en muchas películas y programas de televisión, buscando un lugar en la historia y cultura de los Estados Unidos.
La Ruta 66 cayo en desuso por la competencia brutal de súper autopistas y rutas interestatales más grandes, derechas y rápidas. En Octubre de 1984, la autopista interestatal 40 reemplazó el último tramo de la ruta 66, próximo a Williams Arizona.
A pesar del olvido, aún permanecen tramos de la original Ruta 66; las calles de muchos pueblos del medio oeste despliegan carteles con la frase “Histórica Ruta 66”.
En el este de California y en el Este de Arizona se conservan las partes más largas que aún siguen intactas de la Ruta 66. A unas 90 millas al oeste de Kingman, sudeste de Arizona, hay otra parte de unas 100 millas de la Ruta 66 que se dirige hacia el sur hacia la ruta I-40 y sigue por el desierto Mojave antes de unirse a la autopista, de nuevo, en Ludlow. Este es quizás, el mejor lugar para visitar de la Ruta 66.
Seligman, Williams o Peach Springs o la pequeña Kingman han preservado y restaurado algunas de las nostálgicas estaciones a lo largo de la Ruta 66, donde se pueden ver atracciones abandonadas a los lados de la histórica ruta.
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Ya he dicho que me trae mucha nostalgia y recuerdos, entre ellos me viene a la memória, la película «Busco mi destino» con el hijo de Jean Fonda.