Un jardín perdido en Heligan
Ubicado en Cornualles, cerca de Mevagissey, encontramos uno de los jardines botánicos más raros de todo Reino Unido. Una locura hecha realidad y plasmada a través de la vegetación y las esculturas. Este mágico lugar perteneció durante más de 400 años a una única familia, los Tremayne una familia un tanto peculiar.
Junto a lo que es el hogar centenario de esta estirpe se iba creando con el paso de los años este jardín único y extravagante. Cada generación añadía alguna pieza o idea que parecía superar con creces las locuras de los anteriores inquilinos y parientes. Todas estas modificaciones dieron lugar a los actuales Jardines Perdidos de Heligan, de más de 200 hectáreas.
Un mundo mágico lleno de estanques artificiales, lagos, árboles de todos los tamaños, casas de verano, esculturas cubiertas por la más frondosa vegetación y un largo etcétera de atractivos, que sin duda hacen de este jardín una visita obligada en Cornualles.
Antes de la Primera Guerra Mundial, la familia Tremayne había contratado aproximadamente a unos 22 jardineros que se ocuparon del jardín. No obstante, tras la guerra muchos de ellos murieron y el estado de conservación del lugar poco a poco fue deteriorándose. Finalmente a partir de los 90s un familiar lejano de los Tremayne decidió restaurar esta belleza paisajística y es por eso que actualmente podemos disfrutar de un paseo delicioso por sus cientos de caminos.
Cuenta este vasto paraíso verde con zonas totalmente diferenciadas entre sí. Por ejemplo podemos acceder a la zona de la Jungla, que como su propio nombre indica guarda en su interior (unas 10 hectáreas) un gran número de especies selváticas. Este terreno fue el lugar en el que la familia Tremayne experimentaba con plantas tropicales, y 150 años después es posible encontrarse con espectaculares helechos arborescentes, entre muchas otras clases de plantas.
El visitante también podrá encontrar en este jardín el Valle Perdido. Antaño, este terreno fue empleado para quemar carbón. En la actualidad el lugar ha sido rehabilitado con flora y fauna autóctona que ahora alegra la visita de los turistas, junto varios lagos llenos de peces de mil especies.
En otro orden, también se puede visitar los Jardines Productivos, aquellos que servían a la familia para abastecerse de alimentos de la huerta, con cientos de árboles frutales, vegetales, hortalizas e incluso plantas ornamentales.
Para finalizar nuestra visita no podemos perdernos la zona dedicada a las Tierras del Placer. Un jardín lleno de distintos jardines en los que podremos encontrar espacios reservados a un jardín típico italiano, un jardín de Nueva Zelanda, el jardín de la residencia de verano, la Gruta de Cristal, el Floral con camelias y magnolias o el Fern Ravine entre otros.
Un recorrido que podremos hacer todos los días, menos los días de fiesta en Reino Unido, de 10 de la mañana a 6 de la tarde. Su precio oscila entre las 5 y las 8 libras.
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