La isla de Robben, en Sudáfrica

Isla de Robben

Entre los siglos XVIII y XX, la isla de Robben, cerca de la costa de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, fue utilizada para diversos fines, que incluyeron una prisión, una base militar y un hospital para personas que eran marginadas socialmente.

En el siglo XX, la cárcel de alta seguridad destinada a la detención de presos políticos fue escenario de graves injusticias sociales. Hoy en día, los edificios que sobreviven de esta época son un testimonio de la opresión y la discriminación racial que se vivía en aquellos tiempos.

Es por eso que se conservan con especial cuidado, ya que su valor histórico y la importancia simbólica que representan para el conjunto de la humanidad convierten a esta isla en un sitio invaluable. Así es que, en 1999, Robben fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.

Isla de Robben

Ubicada a solo 12 kilómetros de Ciudad del Cabo, en la Bahía Table, esta isla lleva un nombre en holandés que significa “isla de pinnípedos”, en referencia a las especies de mamíferos acuáticos que habitan en las aguas cercanas.

Con su peculiar forma casi redonda, Robben tiene una superficie de poco más de 5 kilómetros cuadrados. Desde finales del siglo XVII, este espacio fue empleado para el aislamiento de grupos de personas que en cada momento histórico fueron considerados indeseables, peligrosos o simplemente enemigos ideológicos.

Los primeros habitantes que permanecieron en lugar de manera estable fueron los líderes que habían nacido en las colonias holandesas, como por ejemplo Indonesia. En 1819, tras la fallida rebelión de Grahamstown que tuvo lugar en el marco de la quinta Guerra Xhosa, el gobierno de las colonias británicas ordenó apresar al líder africano Makanda Nxele bajo la pena de cadena perpetua en la isla de Robben.

Así comenzó una larga historia de opresión e injusticias en la isla. Entre 1836 y 1931 fue utilizada como colonia de leprosos, y ya en la segunda mitad del siglo XX pasó a ser una prisión política del apartheid. Destacados prisioneros pasaron sus días allí, entre ellos Nelson Mandela, Walter Sisulu, Govan Mbeki y muchos otros.

Hoy en día, el valor histórico de la isla la ha convertido en un destino de mucho interés para los viajeros que se acercan y desean conocer sus construcciones. La llegada se realiza desde Ciudad del Cabo en ferry y se permite la visita de 1800 personas por día, y no más.

Es necesario anotarse en una lista de espera con bastante anticipación si se desea hacer coincidir la visita con las fechas del propio viaje. Una vez allí, el recorrido es guiado por ex convictos del lugar, verdaderos protagonistas de la historia.

Foto 1 vía: Come to Cape Town
Foto 2 vía: Cape Town Daily Photo

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Categorias: Especiales de Turismo, Patrimonio de la Humanidad, Sudafrica



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