Brno, ciudad pluricultural
La segunda ciudad en importancia de la ex Checoslovaquia (ahora República Checa, principalmente, y Eslovaquia) es Brno. Plaza antiquísima, declarada con su nombre actual desde el siglo XIII, en 1243, donde a través de los tiempos fueron llegando colonizadores de Alemania, de Flandes y de la raza judía, esto ya en tiempos contemporáneos.
Brno es una ciudad donde hubo mucha trascendencia de la revolución industrial del siglo XIX, la principal de toda Europa fue Manchester, en Inglaterra, por lo que se le acuña un apodo a Brno como “Manchester checo”, ya que muchas instalaciones de esa época, fábricas sobre todo, aún siguen en pie y sirven ahora como museos o solamente edificios deshabitados que conmemoran su uso de esa etapa revolucionaria.
Su patrimonio histórico más bello es su catedral que venera a los santos Pedro y Pablo, quienes tiene templos a su nombre en todo el mundo. Este templo tiene un estilo arquitectónico gótico que predominó en el siglo XII, o sea esta iglesia es contemporánea a la fundación de la ciudad; ha visto su desarrollo y evolución al pasar de los siglos, es prácticamente el corazón de la ciudad de Brno, que entremezcla muy bien la historia medieval, la tecnología y la urbe como pocas plazas en Europa. Esta iglesia se erige sobre la colina de Petrov, que es al parte más alta de la ciudad, podría considerársele casi como el mirador de todo Brno.
Junto a la antigua iglesia, otro monumento histórico se alza en la ciudad contemporánea también la fundación de la misma. Como en mínimos lugares en el orbe, edificios que datan de la época de fundación de una localidad siguen en pie y hasta sobresalen por su nítida estética hasta de los más modernos. Estos monumentos, que sirven como anotaciones de esos tiempos, lucen intactos y conservados, tanto como si hubiesen nacido en este siglo.
Villa Tugendhat es el arquetipo de lo que es la arquitectura moderna, construida el siglo pasado, en los años 20, esta cas luce deshabitada pues es prácticamente una maqueta de obra maestra de tamaño natural, pero no hecha de cartón ni de madera ni de cemento, sino de acero.
En la actualidad está abierta al público como museo y como centro cultural ante cualquier actividad de arte y difusión de cultura. Claro queda que en Brno se puede ver un estilo pluricultural, donde cada etapa de la historia deja huella.
Categorias: República Checa, Viajar por Europa