Nápoles, la piu bella ragazza del Mediterraneo
Aquella vez que dije en casa que mis próximas vacaciones las pasaría en Roma, y uno de esos días visitaría Nápoles, todo el mundo me hizo un extenso y «optimista» recordatorio de la conocida camorra, la mafia napolitana. Pero la supuesta peligrosidad de las calles de esta ciudad del Mediterráneo italiano son, hoy en día, y gracias al exhaustivo trabajo por hacer de Nápoles de nuevo una puerta para los turistas, una mera quimera, un triste poso con el que aún conviven los napolitanos, gente muy cercana que se abre al visitante con la intención precisamente de desterrar el lastre negativo que les acompaña.
Nápoles es la tercera ciudad más grande de Italia, capital del sur y de la región de Campania, 185 km al sudoeste de Roma. Curiosamente fue fundada como colonia griega allá por los siglos VI y VII a.C. junto a la hermosa bahía y el no menos imponente Vesubio, postal que, evidentemente, te venden en todas las tiendas de souvenirs de la ciudad.
Realmente parecería que Nápoles sólo es el Vesubio, la ciudad antigua de Pompeya y poco más. Pero, a medida que te adentras por su casco histórico, aprecias la convivencia de las épocas de esplendor que vivió la ciudad tanto en su período romano, medieval, como español (ya que Nápoles fue en su época de dominio español).
En la parte romana, por ejemplo, para iniciar el recorrido, tenemos que destacar La Catedral de Nápoles, o Duomo di Napoli, con maravillosos techos de madera y la famosa capilla de San Genaro, muy reverenciado en la ciudad, con grandes tesoros e imaginería en su interior; o la Iglesia de Santa María de Constantinopla, o sin ir más lejos, un poco más arriba, el Castillo Capuano, que conserva dos torres de construcción aragonesa.
El barrio medieval, muy maltratado tras un terremoto acaecido en 1980, es quizás de lo más bonito a mi juicio de Nápoles, sobre todo por las vistas a la bahía, al monte Vesubio, y en especial por el Castillo de Castel Nuovo, construido en 1272, con un impresionante Arco del Triunfo a su entrada que nos recuerda las grandes procesiones de majestad vividas aquí bajo sus piedras (para visitar el castillo y su museo interior debemos hacerlo de lunes a sábado, de 9.00 a 19.00 h.).
Siguiendo un poco más adelante de su casco histórico, de calles perpendiculares, sin pérdida alguna, nos encontramos con el Museo Arqueológico Nacional, en la maravillosa Piazza Museo Nazionale, que guarda una interesante colección de piezas de la edad romana. Está considerado uno de los museos más ricos por su cantidad de obras de la antigüedad clásica (el museo abre sus puertas de 9:00 a 14:00 de martes a sábado, y hasta las 13:00 horas los domingos; en verano, suele abrir hasta las 19:00).
Y eso sí, no nos dejan de acompañar tiendas de souvenirs por todas partes. Hay un dicho entre los napolitanos que dice que en Nápoles se puede comprar de todo. Naturalmente, es para creérselo. Destaca sobre todo el oro, los belenes (incluso en verano podrás encontrarte enormes belenes en los escaparates de las tiendas), motivos de todo tipo, el famoso muñeco de Pulcinella que dio lugar a la Commedia dell Arte… Todas estas tiendas jalonan el casco antiguo de la ciudad, en especial en las calles Via dei Tribunale, y Via B Croce. Si quieres visitar las firmas exclusivas de ropa italiana, nada mejor que visitar la Via Chiaia y la Piazza dei Martiri. Pero si lo tuyo son los mercadillos, y encontrar de todo a buen precio, debes unirte a las enormes pandillas de jóvenes que se dirigen a la Via Roma o la Via Toledo, allí en la zona española.
Y para comer, no te puedes ir de Nápoles sin probar la verdadera pizza napolitana, elaborada con tomate, anchoa y mozzarella, o un poco de exquisita pasta, en en alguno de sus muchos restaurantes. Yo recomendaría el Restaurante Frasco, enorme calidad, muy buen precio, auténtica comida italiana en la Via Raffaele Morghen.
Y para completar una auténtica estancia napolitana, el Teatro San Carlo, uno de los teatros de mayor aforo del mundo, situado justo detrás del Castillo de Castel Nuovo, en la Piazza Trento. Un teatro inmenso, precioso, inaugurado en 1737, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, de gran belleza interior.
Cómo llegar
Tienes múltiples opciones para llegar hasta Nápoles. En avión puedes hacerlo hasta su aeropuerto de Capodichino, que se encuentra a sólo 5 kilómetros de la ciudad. O bien llegar hasta Roma y desde allí hasta Nápoles, desde donde parten 30 trenes diarios que, en menos de hora y media, hacen un recorrido de hermosos paisajes y pequeñas ciudades medievales.
Como dicen sus amables ciudadanos, Nápoles, «mia Napoles, bambino, la piu bella ragazza del Mediterraneo»
Categorias: Italia, Viajar por Europa
Hola, soy una chica napolitana!
Como quiera que sea querìa decirte que Nàpoles es la ciudad màs hermosa y acogedora de todo el mundoooo…;p
Te gustarà muchìsimo, te lo aseguro.
Nàpoles es maravillosa aunque recubrierta de un montòn de basura…:D
A pesar de que se hable tan mal de mi estupenda ciudad, para mì serà siempre la màs bella!:D
Sì, porque Nàpoles es verdaderamente la «Più bella ragazza del Mediterraneo»
Cuentame pronto como pasaste tu vacaciòn aquì y como te tratò la gente…
Como quiera que perdona mìs errores;p… creo de serme equivocada bastante a menudo
Pero he sabido esplicarme…;p Tal vez;p
besos…Hasta pronto!:D