Dresde, posiblemente la ciudad más bonita de Alemania
En más de una ocasión he oído decir que Dresde es la ciudad más bonita de Alemania. No sé si llegará a tanto tal denominación, lo que sí sé es que por su monumentalidad, su situación, la frondosidad de sus paisajes y por su historia, entre otros argumentos, Dresde sí puede catalogarse como una de las ciudades más turísticas del país. Es por ello que hoy queremos descubrirla.
Dresde es la capital de Sajonia, justo en el centro de Europa, con más de medio millón de habitantes. Su importancia comienza a gestarse en el siglo XV al convertirse en la residencia habitual del soberano de Sajonia, una de las regiones más importantes del Sacro Imperio Germano, por no decir la que más. Al encontrarse en una encrucijada de caminos, Dresde fue una de las ciudades más castigadas por las guerras que se sucedieron en Europa en los siglos que nos ocupan. Se llegó a ver en manos austríacas, por dos veces en manos prusianas, incendiada una y otra vez. Pero fue la Segunda Guerra Mundial, con el famoso bombardeo a Dresde en 1945, la que la dejó completamente en ruinas.
El río Elba divide a la ciudad en dos partes. A la orilla izquierda se encuentra el centro histórico de Dresde, protegido por una amplia fortificación. Es preciosa la vista de esta parte de la ciudad cruzando alguno de los puentes que pasan sobre el Elba. A pesar de los terribles bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, Dresde no ha perdido el encanto de sus edificios más antiguos. Entre ellos destaca la Iglesia Frauenkirche, con una tremenda cúpula barroca que sobresale entre el conjunto de la ciudad, reconstruida hace apenas 3 años. Fue construida en 1726, y las labores de reconstrucción han propiciado encontrarnos con uno de los símbolos sin duda de Dresde.
El Museo de la ciudad o Zwinger es también realmente un edificio fabuloso, construido en estilo barroco en 1710. En un principio fue concebido para simples exposiciones, hasta que en el siglo XIX tomó el cariz de Museo de Dresde. Pero más que lo que guarda en su interior, nos quedamos con los hermosos jardines que lo rodean, una amplia explanada de fuentes y árboles, que lo convierten en un lugar encantador. Otro edificio que no debéis perderos es el Palacio de la Ópera Gottfried Semper, reconstruido completamente en 1985 pues fue destruido con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Si impresionantes han sido los edificios anteriores, el Palacio Real es otro de los que os encantará. Construido en el siglo XV de estilo renacentista, cuenta con una bellísima cúpula de cobre que lo corona, y un magnífico patio interior del siglo XVI imposibles de no fotografiar. De aquí pasamos a la Catedral de Dresde, de 1738, la iglesia más grande de toda Sajonia. Destacamos de ella su interior, con un altar mayor y un púlpito bellamente decorados en estilo rococó. Uno más de los lugares encantadores de esta ciudad.
El corazón de la ciudad desde sus orígenes es la Plaza Altmarkt. Aquí se organizaron desde su fundación torneos medievales, juegos, mercados… Toda la vida de Dresde parte de aquí. Completamente destruida en 1945, ha sido reconstruida poco a poco, acogiendo el Palacio de Cultura desde 1969. En ella se celebra hoy en día el Mercado de Navidad de Dresde, uno de los más antiguos y conocidos de toda Alemania.
Si espectacular es la monumentalidad arquitectónica de Dresde, no se quedan atrás sus parques, encabezados por el Grober Garten, al suroeste de la ciudad, construido en 1676. Representa una inmensa arboleda con una magnífica fuente sobre un gran lago, y a sus espaldas, un palacio renacentista de 1683. Hoy en día es el parque más concurrido de la ciudad, lugar de celebración de conciertos, actividades al aire libre, y centro de las fiestas más importantes de la ciudad.
Por todo esto, y a pesar de que Dresde sea una ciudad que aún se siga reconstruyendo por su terrible pasado, podemos afirmar con seguridad que sea una de las ciudades más bonitas de Alemania.
Cómo llegar
El Aeropuerto de Dresde se encuentra a 9 kilómetros de la ciudad. Una estación de tren une la ciudad con el aeropuerto en apenas 25 minutos, con varias paradas intermedias. También podemos tomar un taxi desde el aeropuerto por unos 16 euros, que nos llevará a Dresde en apenas 15 minutos.
Si viajamos en tren, Dresde tiene dos estaciones de ferrocarril perfectamente conectadas con la mayoría de las ciudades importantes de Alemania.
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que hace una foto del castillo de budapest en Dresde?
Jejeje, son cosas que pasan… Bueno, ya está arreglado, muchas gracias por el aviso Fernando.
para ddecir verdad es un lugar turistico.
y para mi es una de los mas bonito que es visto.