El centro histórico de Diamantina, Brasil
Diamantina es una ciudad situada en Minas Gerais, un estado del sudeste de Brasil. Su nombre deriva del gran número de diamantes que fueron hallados en su territorio, y que eran extraídas en el siglo XVII por los colonizadores portugueses para la realeza de su país.
Uno de los atractivos principales de la ciudad es su centro histórico, de arquitectura colonial, rodeada de paisajes montañosos y rocosos. Su importancia reside en haber sido escenario de la extracción de diamantes durante los años de la dominación portuguesa, además de presenciar a lo largo de su historia el desarrollo cultural de sus habitantes.
Tanto por su importancia histórica como por su relevancia a nivel cultural y por su magnífica arquitectura, el centro histórico de Diamantina fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
Las características del suelo sobre el que se asienta la ciudad dieron como resultado un conjunto urbano de calles sinuosas y estrechas, todavía empedradas. Las casas que se extienden a uno y otro lado de estas callejuelas poseen vivos colores en las fachadas dispuestos sobre fondos blancos que les dan un aspecto pintoresco.
Pueden apreciarse elementos de la influencia árabe en la arquitectura portuguesa, que en los tiempos de la colonia se asentaron en la arquitectura urbana, tales como balcones y celosías de aspecto característico.
La distribución de las construcciones de Diamantina está basada en la morfología de las ciudades medievales de Portugal, mientras que las obras más modernas datan de 1950, elaboradas por el arquitecto Oscar Niemeyer.
Algunos lugares imperdibles del centro de la ciudad son la Iglesia de Nuestra Señora do Carmo, de fachada colorida; la Iglesia Nuestra Señora do Rosário dos Pretos, con su gran atrio inconfundible, y otros interesantes templos religiosos como la Capilla Imperial do Amparo.
El Mercado Municipal es otro sitio imperdible de la ciudad. Fue construido con madera, con arcos coloridos y convertido en un centro cultural en la actualidad. Conserva su plaza, en la que se reunían los mercaderes, muchas veces llegados desde lejos.
Por supuesto, cómo olvidarse del mismísimo Museo del Diamante, en donde se puede conocer la historia y las características del diamante que se extraían en las tierras de Diamantina.
Foto vía: Brazil Tour
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