Shanghai, la ciudad emergente
Shanghai es la ciudad más grande de China, por encima incluso de Pekín o Hong Kong. Fue una de las ciudades que tuvo mayor relación comercial con Reino Unido y Europa hasta que llegó el régimen comunista y relegó a un segundo lugar a Shanghai anteponiendo a Hong Kong y congelando la ciudad durante 40 años.
A partir de los años 90, Shanghai comenzó a prosperar con fuerza, buscando igualarse a Hong Kong. Al estar «parada» durante un tiempo, aún se puede observar el viejo Shanghai repartido por sus calles y fachadas.
Una de las zonas a visitar en Shanghai es el bazar del jardín del Mandarín Yu, compuesto por 11 callejuelas por las que discurren más de 100.000 personas en busca del hermoso paisaje de tiendas que se puede ver en torno al bazar.
Este bazar, como la mayoría de lugares en China y Japón, tiene su base en una leyenda y es que, antiguamente, la ciudad de Shanghai giraba alrededor del Templo de los Dioses de la Ciudad, o Chenghuang Miao, que servía para proteger y salvaguardar las estátuas de los dioses locales.
El Templo, desde que fue construido y hasta la actualidad, ha tenido varias remodelaciones hasta llegar a transformarse en el Bazar del Jardín del Mandarín Yu, un mercado popular lleno de artículos de uso diario así como animalitos, restaurantes,…
El propio bazar tiene un lugar concreto que es digno de visitar y que está abierto de 8.30 a 16.30 durante todos los días, situado al lado de lo que antiguamente era conocido como Templo de los Dioses (Ahora el Bazar del Jardín).
Este jardín está cuidado hasta el más mínimo detalle, comparado incluso con el Jardín Shuzou, el más bello de China y del cual hablaremos en breve. Su belleza se debe al perfecto equilibrio entre seres minerales, animales y vegetales.
El jardín tiene una treintena de pabellones (con nombres tan curiosos como «La Torre de la Vitalidad», «Torre para contemplar la Luna», «Sala de los Nueve Leones»,…), galerías, montañas artificiales,… Incluso, y como curiosidad, en el muro que rodea a todo el jardín puede verse un dragón ondulante que vigila el recinto.
Otra curiosidad es la gran roca que fue traída de Zheijang, roca de 14 metros de altura y 2000 toneladas de peso, modelada según los cánones de la jardinería china y, cerca de ella, podemos visitar un gingko de 400 años de antigüedad.
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Saludos!
Para todos aquellos que quisieran ir de vacaciones a China les recomiendo ir a Shangai pues gracias a los juegos olimpicos de 2008 toda la cuidad se a puesto bellisima.