Viaje a Katmandú, guía de turismo
Hoy en día pasar unas vacaciones en Katmandú no es tan difícil como antes, y eso contando con que esta legendaria ciudad ha sido tradicionalmente uno de los destinos más inaccesibles del mundo. La capital del Nepal es el mejor lugar para iniciar una serie de excursiones por el país, recorriendo intensas tradiciones, una arquitectura excepcional y una fascinante vida cultural hindú y budista.
La mejor época para visitar Katmandú son los meses de octubre y noviembre y marzo y abril, cuando el clima es cálido y soleado. Los inviernos, de noviembre a febrero, son extremadamente fríos, mientras que el verano es muy húmedo y caluroso. Las lluvias monzónicas empapan la región entre junio y septiembre.
Katamandú es sus montañas cubiertas de nieve, sus verdes colinas con casas y pueblos tradicionales, sus ricos templos y lugares sagrados. El arte y la arquitectura de esta ciudad os deslumbrará. De todas maneras, también hay que contar con el ruido, la contaminación y, por ejemplo, las vacas que pasean a sus anchas por la ciudad vieja, llena de estrechos callejones y, a veces, lugares nada nada turísticos. Sin embargo, esto es lo que hace especial a esta legendaria y mística ciudad. Katmandú es el paraíso de lo imprevisible.
– VISITAS
Resultaría delito turístico de primer grado no comenzar nuestra visita en Katmandú por Durbar Square, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta plaza es el centro religioso y social de la antigua ciudad de Katmandú, complejo de palacios, templos, santuarios, estatuas y patios construidos entre los siglos XII y XVIII por los antiguos reyes de Nepal.
La plaza mezcla lo moderno y lo antiguo. Templos con techos curvos, sacerdotes de Brahma paseando y realizando sus rituales, vendedores de recuerdos entre la multitud, y alguna que otra vaca, no de turismo precisamente. Los leones custodian las puertas del Palacio Real, que contiene una gran cantidad de patios y museos. Al otro lado de la plaza se halla el Templo Kasthamandap, con su torre piramidal, el edificio más antiguo del valle, y por el que la ciudad de Katmandú recibe su nombre.
Dentro del Palacio Hanuman Dhoka de la Durbar Square se halla el Museo Tribhuvan, donde se destaca la figura de este rey (1906-1955), quien ayudó a liberar al país del régimen Rana en 1951. Sus galerías muestran fotografías, pinturas y retratos de otros gobernantes Shah y miembros de la familia real. No se pueden hacer fotografías en su interior.
De allí nos vamos ahora hasta Swayambhunath Stupa… Mejor que intentar pronunciarlo, vamos a contemplar su maravillosa aguja dorada del siglo V. Este edificio corona una colina que domina el valle de Katmandú, y que ofrece unas magníficas vistas de la ciudad. Este edificio es uno de los símbolos del Nepal, y también está considerado como Patrimonio Mundial. Se trata de uno de los lugares más sagrados para los budistas de Nepal.
Multitud de otros templos conforman la ciudad de Katmandú. Uno de ellos es Kumari Bahal, el Templo de la Diosa de la Vida. Otro de los grandes templos sagrados es el de Pasupathinath, Dios de todos los seres vivos del universo. Se halla en medio de un patio abierto, en forma de pagoda. El Templo Shivalinga es un templo dedicado a Shiva, pero distinto a cualquier templo de Shiva que podéis ver en cualquier parte del mundo.
– VIDA NOCTURNA
A decir verdad, las primeras horas de la mañana son los mejores momentos para difrutar Katmandú. En fin, muchos restaurantes cierran incluso a las 21.30 horas, y los bares de copas no suelen vender alcohol a partir de las 22.00 horas. Sin embargo, si nos dirigimos a los alrededores de la ciudad, a la Guest House, sus callejuelas si nos brindarán algo de actividad nocturna.
Bares como los de las calles Thamel y Freak Street, o los restaurantes de la zona, son ideales a primeras horas de la noche. De todas maneras, ojo, avisar siempre a nuestro hotel si vamos a llegar un poco más tarde de la cuenta. También hay que tener en cuenta que los bares de esta zona son lugar ideal para los jóvenes nepalíes, deseosos de conocer a mujeres occidentales. Así que procurad mirar bien el bar en el que os metéis. También os recomendamos algunos de los bares y restaurantes que ofrecen música y bailes tradicionales en vivo.
– CÓMO LLEGAR
El Aeropuerto Internacional de Nepal se encuentra a cinco kilómetros al este del centro de la ciudad. Para llegar desde el aeropuerto a Katmandú se puede tomar uno de los taxis que hay en las afueras de la terminal. También hay autobuses que parten desde el aeropuerto, y nos llevan al centro, a Ratna Park y a la vieja estación de autobuses. De todas formas, os avisamos ya que hay muy poco espacio para los equipajes, si llevamos mucho.
– TRANSPORTES
Lo primero que veremos en Katmandú será que las calles no tienen nombre, a excepción de las carreteras principales como Tri Devi y la carretera de circunvalación. A menudo, las indicaciones que os dan serán la cercanía de un templo, un edificio notable o un restaurante. La ciudad se puede recorrer a pie, aunque no siempre resulta un paseo agradable.
El centro histórico lo podemos recorrer en bici, ya que están prohibidas las entradas de vehículo a motor, con el fin de detener la contaminación. Los taxis son fáciles de encontrar, ya que se hallan en las principales calles y parques. Aseguraros de que cada taxi tenga su taxímetro bien especificado, porque os pueden jugar una mala pasada. A partir de las 23.00 horas es más difícil encontrar taxi.
La red de autobuses es muy barata en Katmandú, pero suele estar muy congestionada. Las rutas están señaladas en inglés. La mayoría de ellas parten desde la antigua estación de autobuses hasta la plaza de Tundikhel. Los autobuses operan desde las 05.30 a las 21.00 horas.
– ALOJAMIENTO
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