Argentina: vivirlo, dormirlo, sentirlo
Para conocer Argentina y a los argentinos, hay que vivirla. Hay que pasearla calle a calle, y hablar con sus gentes, y sentarse en sus parrillas, y probar sus carnes, y su pasta, y su dulce de leche. Para vivir Argentina, hay que sentirla, y aspirar sus olores y respirar su aire. Y para sentirla hay que dormirla, relajarse, cerrar los ojos, y escuchar…
Intentaré iros hablando poco a poco de los pasos que fui dando por Argentina, desde la capital, Buenos Aires, pasando por Puerto Madryn, en donde casi pude acariciar a las ballenas; Ushuaia, la ciudad poblada más austral del mundo (aunque eso se lo disputan con un pequeño pueblecito chileno), Iguazú y sus cataratas y finalmente San Carlos del Bariloche, a los pies de los Andes. Y del famoso Glaciar Perito Moreno, en El Calafate, por el cual tuve la oportunidad de hacer trekking.
Son muchos los lugares espectaculares que se pueden visitar a lo largo de sus casi 2.800.000 kilómetros cuadrados de extensión que tiene. No en vano es el octavo país más grande del mundo, y el segundo de Sudamérica después de Brasil. Pero no sólo destaca por la variedad de sus monumentos, sino sobre todo, por la espectacularidad de sus paisajes e imágenes, que van desde frondosos bosques y cataratas en Iguazú, hasta el frío intenso y los hielos de sus glaciares en el Calafate, o los paisajes montañosos y lagos de ciudades como San Martín de los Andes o San Carlos del Bariloche, e incluso extensas llanuras en su tan famosa Pampa. Y qué decir de esos paisajes casi volcánicos y áridos de Salta donde se mezcla la tradición y cultura de sus habitantes con el viaje en tren a mayor altura del mundo…
Pero no sólo Argentina es conocida por sus monumentos, sus paisajes o sus recuerdos, sino también por su gastronomía. Para el amante de la carne, especialmente, Argentina se ha convertido en un verdadero paraíso gastronómico, dicen los propios argentinos, que sobre todo, por el trato que se le dan a los animales y por la calidad de los pastos que comen (de hecho, es famosa en el mundo entero la carne patagónica). Pero también podríamos hablar del pescado de Ushuaia, en «el fin del mundo» o de sus pastas, exquisitas, pues no en vano tienen un fuerte pasado italiano. Y en cuanto a vinos, presumen los argentinos de tener los mejores vinos del continente americano… y es que sobre todo, la zona de Córdoba y, principalmente, Mendoza, es rica en vides, y son conocidos sobre todo el Malbec.
——————– GEOGRAFIA DEL PAIS ——————–
El País está dividido en 5 regiones: los Andes, la Meseta del Norte, la Pampa, la Patagonia y Tierra del Fuego. La característica física más importante del país es la Cordillera de los Andes, la cual recorre Argentina de norte a sur por su parte Oeste, haciendo de frontera natural con Chile. Por tanto, Argentina limita con Chile por el Oeste, con Bolivia, Paraguay y Brasil por el norte; con el Atlántico y parte de Uruguay por el este, mientras que al Sur, su ciudad más meridional es Ushuaia, donde se encuentra el tan cacareado «Faro del Fin del Mundo».
– LOS ANDES: en esta región se encuentra la cordillera que le da nombre y que da pie a paisajes montañosos por todo el oeste; surcados por inmensas montañas nevadas como el Aconcagua, principal altura de América, o el Cerro Tronador. Pero también es la zona de los principales vinos argentinos como dije anteriormente, o de zonas abruptas, como aquélla que es recorrido por el famoso «Tren a las Nubes» que llega a subir a más de 4.000 m. de altura.
– LA MESETA DEL NORTE: es un territorio poblado por extensos bosques y por sabana, con un clima subtropical; veranos muy muy calurosos y húmedos y seco en invierno. Aquí la principal visita son las cataratas de Iguazú.
– LA REGION CENTRAL: la ocupa la Pampa, el corazón de Argentina, una llanura de más de 1.000 km. cuadrados. Vastas y llanas praderas, que destaca por sus pastos y la calidad de sus carnes.
– LA PATAGONIA: desde el Rio Colorado hasta Tierra del Fuego. Podremos encontrar desde lagos como el Nauhel Huapí, a inmensos glaciares como el Perito Moreno. Sus paisajes en muchas zonas nos podrían recordar a los típicos de Suiza.
– LA TIERRA DE FUEGO: es la región más austral de Argentina. Es como una gran isla rodeada por muchas más islas pequeñitas. Está separada de la Patagonia por el estrecho de Magallanes.
——————— ECONOMIA ———————
Desgraciadamente, el momento en que viajé, hace 4 años, en el 2.003, fue uno de los peores (por no decir el peor) de la historia del País. Abrumados por el tristemente famoso «corralito» muchos argentinos perdieron todos sus ahorros en apenas meses. Los precios se desplomaron y llevó a que un 50% del país viva ahora bajo los umbrales de pobreza. A pesar de ser uno de los países más ricos de Sudamérica en cuanto a riquezas naturales (la principales bolsas gasísticas y petroleras de esa zona están al sur de Argentina), el país acabó hundiéndose por la nula capacidad gestora de sus gobernantes, y por la corrupción política, e hizo que la clase media se viniera abajo, y que la clase obrera no progresara. La diferencia de clases se acentuó, y sólo aquéllos que lograron sacar el dinero del país justo antes del corralito, vieron como, al bajar los precios en el país, su estabilidad económica crecía.
——————— RESEÑAS HISTORICAS —————-
El primer europeo que llegó a esta zona fue el español Juan de Solís, que remontó el estuario del Río de la Plata en 1.516, pero fue en 1536 cuando Pedro de Mendoza fundó la ciudad de Buenos Aires, llamado por aquel entonces Santa María del Buen Ayre. Aún así, durante dos siglos Argentina estuvo olvidada por la Corona de Castilla, hasta que la amenaza del expansionismo portugués e inglés, y la carencia de metales preciosos en México y Perú (principal fuente de ingresos de la Corona en las Américas) llevó a fundar en 1776 el Virreinato del Río de la Plata, que incluía también a Uruguay y parte de Bolivia..
La destrucción de la armada española en Trafalgar impulsó al Imperio Británico quien se decidió a invadir la zona. Y así, en el siglo XIX se vio azotado por continuas invasiones inglesas. Hasta que los criollos, habitantes de la zona,decidieron hacerles frente. En 1812 vencieron en Tucumán a los españoles que aún quedaban, pero la lucha interna de poder hizo que el territorio se dividiera en 4 países: Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
El 9 de Julio de 1816 se declaró el nacimiento de la actual Nación Argentina. José de San Martín fue considerado el gran héroe de aquella Independencia.
En 1829 se inician una serie de dictaduras con Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires. Apoyado por los gauchos, comenzó una campaña de exterminio contra los indígenas e instauró una política de terror contra todo aquel que se le opusiera. En 1852 consiguieron derrotar al tirano, y Urquiza nuevo presidente, aprobó la Constitución Argentina. A partir de aquí, y en los últimos veinte años del siglo XIX, Argentina vivió una época dorada de riqueza. en 1930 la depresión económica que azotó al mundo entero devolvió al país a su cruda realidad.
Tras una sucesión de gobiernos corruptos, en 1945 Juan Domingo Perón y Evita llegan al poder. Su legado dura hasta hoy día. Amados y odiados, la pareja y su política peronista sacó al país de nuevo de su pobreza, y su popularidad llegó hasta límites insospechados. Varias veces y en varias elecciones Perón consiguió vencer, hasta que en marzo de 1976 un golpe militar derrocó a María Estela de Perón. El terror se volvió a instaurar en el país, y Videla se hizo responsable de un régimen de torturas, muerte, asesinatos, desapariciones, sin juicio alguno.
El caos financiero fue absoluto. La guerra de las Malvinas en 1982 fue el detonante de un nuevo cambio en el Gobierno. Y tras unas nuevas elecciones, Alfonsín llegó a Presidente… Alfonsin, Menem, de la Rúa, todos los gobiernos han estado desde entonces bajo un halo de corrupción del que no han conseguido desprenderse, hasta el desastre del corralito…
Hoy día, dejados atrás aquellos caóticos años, y aún cuando los gobiernos siguen teniendo sus frecuentes encontronazos con el pueblo, Argentina ha mejora económicamente de cara al turismo, y sigue esperando, con los brazos abiertos, amables y habladores, como siempre, a quien quiera visitarla…
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