Mae Hong Song, la ciudad de la niebla

Hace pocas fechas, Bangkok era elegida como la mejor ciudad del mundo como destino turístico. Evidentemente, no seremos nosotros aquí y ahora quien le quitemos la razón a los lectores de la revista Leisure + Travel, quienes fueron los que eligieron la clasificación final. Pero sí os vamos a proponer en Thailandia otro encuentro, a mi gusto, mejor que Bangkok. Nos vamos a ir casi a la otra punta del país, 950 kilómetros al noroeste de la capital. Su nombre, Mae Hong Son, la ciudad de la niebla.

Bangkok es preciosa, sublime, colosal. Pero si os gusta la tranquilidad, nada de bullicios, poco tráfico y demás, vuestros adjetivos bajarán un poco, aunque sólo un poco, de categoría. Mae Hong Son mantendrá esos calificativos, y encima sin tráfico, sin ruido, encajada entre las colinas. Claro, y es que, la afluencia de turistas se dispara hacia Bangkok, dejando a las pequeñas aldeas thailandesas sin descubrir.

Mae Hong Son se encuentra ya casi en la frontera de Myanmar, la antigua Birmania. Los tailandeses la conocen como la Ciudad de la Niebla. Toda la provincia en la que se halla situada está cubierta de una espesa jungla. Fue fundada en su origen como un campo de concentración para elefantes, allá en 1830, y permaneció completamente aislada del mundo hasta finales de 1960, en concreto hasta que el gobierno thailandés no construyera una carretera que la uniera con Chiang Mai, a 260 kilómetros de distancia, la única manera que tenemos de acceder a Mae Hong Song.

Si os ubicáis aquí unos días, lo mejor será contactar desde el propio hotel unos guías locales que os lleven en canoa a través de las tranquilas aguas del río Pai. Viviréis experiencias inolvidables en esta zona, porque aquí el senderismo se practica sobre… elefantes… Las colinas que rodean la ciudad se pueden trepar en este animal, aunque si no queréis saber nada de estos pequeños animalitos, también podéis recorrer a pie las antiguas tribus perdidas de la zona.

Mae Hong Song desde el río Pai

La maravilla de este pueblo se centra en sus alrededores, ya que, en la aldea en sí, lo único más interesante si cabe es el mercadillo al que muy de mañana bajan a comprar y canjear mercancías las mujeres de las aldeas de lo alto de las colinas, aquellas que se encuentran completamente perdidas en la espesura. Con la hora del desayuno, vuelve la calma, y la más absoluta de la tranquilidad, sólo el ruido de los remolinos de niebla, que empiezan a formarse desde bien temprano.

Si queréis, también podéis subir en moto a lo alto de la colina Doi Kong Mu, y desde allí aprovechar las espectaculares vistas que tendréis sobre el valle del río Pai y las montañas de los alrededores. Acercaros al templo Vat Phra That, donde diríamos que a quien se venera es al dios del silencio.

El único hotel en buenas condiciones que se encuentra en esta pequeña aldea es el complejo de vacaciones Rim Nam Klang Doi. Son unos bungalows encantadores que se encuentran diseminados a la orilla del río. Además, sale baratísimo. La habitación doble os saldrá por 20 dólares. Os recomendamos también la visita a la aldea en abril, cuando tienen lugar las fiestas del Poi Sang Long, donde se celebra la iniciación de los chicos jóvenes que han optado por hacerse monjes budistas.

Cómo llegar

Como os decíamos antes, para llegar a Mae Hong Son sólo existe la carretera que, a través de 260 kilómetros, la une con Chiang Mai. No os creáis tampoco que es una carretera como las de aquí. Os llevará algo más de tiempo recorrerla, sobre todo porque se encuentra entre montañas. Aún así, las vistas y el paisaje os deleitarán. También podéis llegar hasta el pequeño aeropuerto de la aldea, aunque os resultará un poco más complicado encontrar avión o avioneta desde Chiang Mai. Para llegar a Chiang Mai debéis tomar un vuelo en Bangkok, desde el mismo aeropuerto que os ha traído hasta Thailandia.